Estoy convencido y lo tengo como principio de mi vida, que tener esa actitud luchadora es el mayor valor con que podemos enfrentarnos en la vida. Máxime en estos tiempos con el Covid-19  que nos ha dejado a todos empobrecidos mental y físicamente.

Cuando tenemos esa filosofía de vida, como que las cosas que nos están pasando, también cambian para bien. La actitud luchadora espanta a los temores y miedos. Nos hace más abiertos, más audaces, más enérgicos, más tolerantes y más preocupados por lo esencial.

Comprender lo que nos está pasando y sonreír porque poco a poco está cambiando, sonreír porque es lucha y sonreír porque vamos solucionando las cosas y vamos creciendo. Como que

dando la luz del optimismo a los asuntos, la oscuridad desaparece. No es lo que nos ocurre lo que nos hace sufrir, sino aquello que pensamos acerca de lo que nos ocurrirá.

Las dificultades que agrandamos nos causan cierta ansiedad. Es bueno que detectemos esa ansiedad, porque tendremos que buscar soluciones que nos hagan crecer. Crecer en nuestro amor propio y buscar acciones para tener éxito.

La vida es lucha y demos menos valor a los sentimientos y más entusiasmo a la acción luchadora. Yo me pregunto si no solucionamos los problemas pequeños o grandes que nos trae la vida, ¿para qué servimos?

Después de todas las experiencias enriquecedoras de la vida y todos los éxitos alcanzados es para estar siempre con un ánimo a tope. Considerémonos ser una persona con una actitud fuerte y luchadora en la vida, que sea muy útil y exitosa.

El futuro lo veremos como un hermoso desafío y oportunidad para crecer y hacer el bien. La vida nos sonreirá con éxito y felicidad.

Bella es la vida pese a todo lo que nos está pasando. Esta es la sabiduría de vivir siempre inspirada en el amor.

Vicente Chapero G.