Ningún ser humano puede vivir y crecer sin amor, sin relaciones afectivas con los otros y el mundo.

Las alegrías del hijo están a flor de piel.  Se manifiesta de manera espontanea, entusiasta, con gritos y risas.  Se trata de una auténtica alegría y felicidad.

El amor al hijo afirma que es lo más necesario para vivir.  El amor al hijo es un amor profundo que une a toda la familia.

Con el amor al hijo es hacer una obra en común. Se trata de fundar una familia.  Se funda en la reciprocidad de todos los seres de la familia y nos realizamos unos con otros.  Compartir una dimensión de amor auténtico.  Es muy satisfactorio y alegre, de ayudar al otro a ser.  Amar y ser amado sin condiciones. 

El amor filial es gratuito, sin reciprocidad, nos hace crecer y revelarnos lo mejor de nosotros mismos.  Es  un amor con carácter eterno no efímero. 

Amor filial que desea éxitos en los estudios para que tenga éxito en la vida.

Amor filial, amor auténtico. 

Amor filial, amar al ser amado, querer lo mejor.

Amor filial con gratitud y reciprocidad.

Amor filial, amor genético que persiste eternamente en nuestra semejanza con los hijos que son sangre de mi sangre y carne de mi carne.  Amor genético que lleva nuestro parecer físico y psíquico.  No solamente ese signo que hasta nuestros modales o manera de ser van como inscritos en los cromosomas y genes que transmiten el parecer a sus padres. 

Tengo una vivencia casi misteriosa en mi vida. Después de 20 años de no estar en mi pueblo  y estando en un pueblo vecino, un señor que conoció a mi padre, me grita ¡Agustín! “Cómo te pareces a tu padre, en tu voz y en hablar con las manos”.  Era un amigo de mi padre que me conoció por la voz y los gestos. 

Amor al hijo que nos hace crecer y nos revela lo  mejor de los padres. 

Amor al hijo una identificación inconsciente a uno de nuestros padres y lo reproducimos siempre de una manera inconsciente. 

Amor al hijo despierta en nosotros la presencia del otro en su yo auténtico con el placer y amor que nos procura.

Un amor filial verdadero no retiene, sino libera, el amor filial de forma más auténtica, el amor que siempre une a dos seres auténticos, independientes y libres.

El amor filial de forma más auténtica, el amor que siempre une a dos seres auténticos,  sin dependientes y libres.

El amor filial sea como un mar que arrulla a las almas gemelas de padres e hijos.

Vicente Chapero G.