Como psicólogo creo con pasión que el verdadero tesoro del niño es la capacidad para adaptarse y resolver problemas.     Ambas habilidades dependen en gran medida de su creatividad.  Podría decir que la imaginación y la inventiva son cualidades de los niños.

Mis experiencias y los estudios de psicología ponen de manifiesto que la creatividad, a diferencia de otras funciones cognitivas, tienen su punto álgido en la infancia y se va perdiendo a medida que los niños crecen.   Lo importante es cómo podemos ayudar a preservarla para que disfrute a lo largo de la vida.

Ahora los psicólogos estamos dando importancia a los fenómenos del pensamiento divergente que es sinónimo de la creatividad.   Lo contrario es tener un pensamiento convergente. 

La creatividad como capacidad de resolver problemas novedosos.   La imaginación del niño creador nos puede llevar a cualquier lado. Los adultos podemos dar las respuestas más apropiadas o lógicas, pero los niños darán unas respuestas más locas y originales.

La diferencia entre un cerebro maduro y estático del adulto y el cerebro del niño, despierto debido a la desbordante imaginación sin regulación, sin lógica, sin miedo y sin censura.

La imaginación del niño vuela libre sin complejos y cargas represoras.   A medida que nos vamos haciendo adultos nuestro lóbulo frontal incorpora toda una serie de normas, regulaciones, reglas, esquemas, arquetipos y modelos que con el tiempo apagan la espontaneidad creadora.

De todos modos, el desarrollo cerebral del niño no es el único responsable de esta decadencia y merma de la creatividad. ¡Ojo!  Los padres, educadores y el sistema educativo tenemos mucha responsabilidad.  Cuando decimos a los niños los términos ¡qué original!  ¡qué divertido! ¡qué bonita idea!, reforzamos su imaginación.

Los padres y profesores demos herramientas al niño para que pueda expresar su creatividad.   La libertad debe ser la prioridad para trabajar con los niños con ese espíritu abierto.   Como padres y maestros debemos introducir la creatividad en el currículo de la enseñanza.

Vicente Chapero G.