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LA DISTANCIA QUE NOS UNE CON AMOR

 

 

Estos dos años de pandemia han sido como una montaña Rusa en donde las emociones se plasmaron con adrenalina entre la inseguridad y la esperanza.

Dos años llevamos adaptándonos y ajustando nuestro corazón a las necesidades de los alumnos, profesores y padres.

Estamos comprendiendo la importancia del afecto humano en estas situaciones un tanto deshumanizantes y autómatas.  Que un abrazo vale más que muchas llamadas por teléfono y que un día de clase presencial se ansía más que las clases virtuales.

Estamos comprendiendo la debilidad del ser humano ante un virus.  Que nuestras emociones contenidas son más fuertes que antes y que la felicidad vale más que los bienes materiales.

Que ser maestro con amor es tener mucha empatía con los alumnos que siguen con esperanza  ganar el curso.

Reconozco el trabajo del maestro, es un honor formar parte del Liceo Chapero, dar motivación y sentido al trabajo virtual.  La distancia nos ha hecho valorar los abrazos y besos de toda la familia y amigos del Colegio.

Todavía extrañamos las expresiones de felicidad en las actividades recreativas y artísticas que con cariño y alegría realizaban los alumnos y maestros en el Colegio

Hoy, dejémonos contagiar por el amor, no por el virus.  Tengamos memoria para recordar lo bueno del presente y el optimismo para encarar el futuro.  Con la pandemia somos más equipo y más grande la resiliencia para superar lo que nos queda de la pandemia.

La vida es como montar en bicicleta, para mantener el equilibrio tenemos que avanzar.

Siempre pensemos, que la vida es bella, que los momentos complicados harán crecer los momentos felices.

Vicente Chapero G.