MANTENER LA SALUD MENTAL
Ante el fenómeno del Coronavirus y para poder salir de esta pandemia todos invocamos la esperanza para vencerla. Qué bueno que alimentemos la esperanza que es lo último que podemos perder.
Excelente la higiene y la limpieza física de cara y manos, pero el problema ¿cómo cuidamos y fortalecemos la higiene y la salud mental? ¿qué estamos oyendo todos los días? ¿de qué platicamos constantemente en familia?
Nuestra mente después de tres meses está saturada de mensajes que si nos descuidamos nos llevan a una obsesión y una neurosis de miedo y de temores. Estamos propensos sin querer queriendo a una ansiedad. La ansiedad nos disminuye la esperanza. La ansiedad nos quita la positividad. La ansiedad nos da más ansia y nos enreda en un círculo vicioso, que envuelve nuestra mente y nos empieza a quitar la capacidad de diálogo, por la impaciencia de nuestro sistema nervioso cansado.
Nuestro cerebro construye la realidad en función de lo que percibe. Si percibe una situación de peligro el miedo llega primero en forma de calor, palpitaciones, temblores, etc. Debemos autocontrolar las emociones y mejorar en estas situaciones, para tener un corazón sano, ágil y activo, que será tener calidad de vida.
Si hiciéramos hoy un electroencefalograma o una tomografía computarizada, veríamos el núcleo Caudado del cerebro más pequeño porque estamos menos felices. Lo mismo pasaría con el núcleo Accumbens, que es el centro del placer del cerebro, lo veríamos achiquitándose. Igualmente la corteza Cingulada, que trae a nuestras vidas el optimismo y bloquea el miedo. Si esto está pasando en nuestro cerebro tenemos que hacer limpieza de todo lo negativo para que seamos felices, fuertes y positivos ante este fenómeno que ha llegado a nuestras vidas. Se los he puesto de una manera científica para que se entienda que la felicidad, el placer, el optimismo y no tener miedo tienen un origen fisiológico.
Ánimo, más que limpieza de nuestras manos, limpieza de nuestro cerebro que es el motor para superar esta crisis mundial. Les sugiero, trabajo en la casa, oír música, ejercicio de gimnasia, lectura sobre cómo manejar nuestras emociones. Como profesionales de la educación preparémonos para esta lucha que será larga hasta que llegue la vacuna.
Saldremos fortalecidos para enfrentar todos los cambios de sistemas que tenemos que hacer.
Gracias.
Lic. Vicente Chapero G.