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TODO FLUYE, TODO CAMBIA

Era el pensar del  filósofo presocrático Parménides.   Todo fluye en el mundo, todo va cambiando.  Con esta situación del Coronavirus parece que el mundo quedó estacionado.   Como que el afecto, el amor quedó estancado.   

El Homo Sapiens quedó varado por un ente sin vida propia al que no se sabe cómo eliminarlo.    El Homo Deus  se convirtió en Homo sin sapiencia, para ser Homo Nulus y humillado ante un diminuto ente, virus, molécula, que ha invadido al hombre para darle vida al virus y hasta matando al hombre que se creía invencible,  que se llenaba la boca hablando de misiles de larga distancia para invadir otras naciones.   Ridículo, quedó  en ridículo con su poderío, con su potencia para dominar a otros hombres.

Fue un minúsculo ente que llega al hombre con mayor rapidez y fuerza que los misiles.  Este invencible ente se llama Coronavirus, que humilla al Homo Sapiens y a los poderosos políticos que no son muy sapiens, pero si muy animalis mentis.

Estamos en un vacío existencial entre los hombres.  El afecto y el amor están comprimidos entre los seres humanos.   El principio del filósofo griego de hace 2300 años,  que todo fluye  y todo se muda queda en suspenso.   Retenido, detención de todo afecto entre los hombres.  Imágenes virtuales no reales.   Está  en suspenso.    Somos hombres imágenes estáticas, como estatuas de iglesia.   Todos con  una careta deteniendo la respiración para que no fluya por los aires y no nos atrape el virus.

El hombre que era un río de emoción y de dinero, todo retenido hasta que se vaya el virus.  Guatemala  de por sí empobrecida tanto económicamente como afectivamente.   Viene esta epidemia a empobrecernos afectivamente, cosa que es más seria.  Un pueblo sin poder manifestar nuestra poca alegría y menos fiestas que nos traigan felicidad.

La inteligencia  racional que es el motor que mueve al  hombre se quedó sin gasolina, que es el afecto de hombre, que es la inteligencia emocional.

Así es que hombres escuchemos a los científicos, para que se muevan de nuevo las ruedas de la historia y busquen como eliminar al virus que nos tiene atrapados y callados a los políticos,  que solo buscan saciar intereses creados, intereses políticos  con la muerte de su pueblo.

Guatemala no morirá de amor, ni morirá por el Coronavirus.   Resurgirá como el Ave Fénix con el amor de todo mi pueblo.

Lic. Vicente Chapero G.

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