Somos hombres y mujeres de carne y hueso, soy hombre real y no virtual.  Hombre que siente y que piensa, con emociones y razonamientos.   Tal como estamos en esta emergencia mundial estamos y somos hombres un tanto despersonalizados. 

Necesitamos alternar con las personas  que conocemos y que amamos.  Queremos salir, pasear, hablarnos de cara a cara, abrazarnos y  besarnos sin miedos,  ni temores.  No solamente con los familiares que estamos en casa.  El niño y el joven  necesitan  mucho más esa relación humana para sentirse bien,  para jugar, salir de casa.   

Necesitamos liberar nuestras emociones de alegría, de tristeza, de enojo, etc.   Esta liberación es de urgencia  de todos los seres humanos.   Visitar a nuestros amigos y personas que queremos, estamos en una situación anómala de desafecto.  Nuestra inteligencia  emocional  disminuida o casi anulada.   Estamos con una contención psíquica.  

Me imagino el primer día que los alumnos del Colegio se encuentren, ¡qué emociones contenidas!  ¿Cómo se controlarán para no gritar y abrazarse?  Cómo podremos canalizar estas manifestaciones de alegría?   Son emociones contenidas durante tanto tiempo.   Eso será como un río que se desborda. Habrá que reconducir poco a poco el modo de accionar emocionalmente.  

 Los maestros tendremos que planificar esa vivencia, ese encontronazo después de no sentirnos de cerca como personas reales y no virtuales.   Padres y profesores vean la necesidad que tienen los hijos, los alumnos, de manifestar el cariño y el afecto.   La necesidad que tenemos de comunicarnos con los amigos y personas que queremos.  

Esta circunstancia tan penosa de la pandemia nos ha hecho ver la necesidad que tienen los niños y jóvenes de sus amigos para ser felices.   Solo así, libres y amorosos, el estudio se podrá realizar con normalidad y eficiencia.    ¡Siempre es necesario que el niño y el joven sean felices a plenitud!  Solo vivir con imágenes de las personas es una deformidad.  El ser humano en plenitud tiene que vivir plenamente las emociones, no solo con la familia sino socialmente.  

Será  paulatinamente  que iremos recuperándonos del déficit emocional y racional. La inteligencia racional va unida a la inteligencia emocional.  Solo así con estas dos inteligencias seremos hombres completos.  Jóvenes y niños completos emocionalmente e  intelectualmente completos.  No podemos separar estas dos inteligencias, solo y solo si están unidas y funcionado a plenitud seremos hombres completos con pensamiento y emociones.

Me causó pena, mucha pena, como educador, saber que una mamá que comentaba: “que los niños no tengan actividades sociales, deportivas y culturales, porque es una pérdida de tiempo y que se dediquen al estudio”.  No le pude contestar,  pero me dio mucha pena que pensara tan erróneamente.   ¿Puede su hijo estudiar sin estar emocionalmente bien? ¿Puede su hijo ser feliz solo estudiando?  Está demostrado  por la ciencia y la experiencia que todos los hombres y niños para ser más eficientes  en el trabajo o estudio tenemos que ser  felices.   Esto es tener una visión de hombre con una personalidad fascinante,  eso es  educación integral.

Lic. Vicente Chapero G.