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¨Mi Experiencia en el Liceo Chapero¨ por Melvin Zaldaña (practicante de intercambio, AIESEC)

Conocer, aprender, descubrir, son algunas de las cosas que se hacen al salir de la zona de confort y más cuando esto se realiza en otro país. Alrededor del mes de junio fue cuando tome la decisión de querer aventurarme a vivir eso y más. Mi meta era clara deseaba ir a otro país que me ofreciera mucha cultura, mucha diversidad, algo diferente y a la vez ofrecerle a ese país de alguna manera todo lo que yo podía dar, quería impactar, dejar huella, motivar e inspirar en el lugar donde fuera a vivir una nueva experiencia. Deseaba ser parte de una institución u organización en la cual me pudiera sentir identificado con su forma de trabajar.
Entre más de 1000 propuestas de empresas y proyectos de los cuales podría ser parte, hubo una que capto mi atención, era la oportunidad que ofrecía un colegio del cual nunca había escuchado, pero la descripción de lo que podría hacer en este colegio me motivo a aplicar a esta oportunidad, además de estar situado en un país famoso por su cultura, Guatemala.

Luego de un proceso de entrevista y papeleo, me notificaron que sería parte de una institución llamada LICEO CHAPERO por más de un mes, apoyando en las clases y compartiendo mi cultura salvadoreña.

Imaginaba que sería un colegio “normal” como los que había conocido hasta el momento, donde solo se enfocan en los aspectos académicos y ya, pero no era el caso del Chapero.El Liceo Chapero me sorprendió por el ambiente familiar que se vivía, tanto entre los alumnos como entre las personas que trabajaban ahí, todos los profesores de alguna manera conocían el nombre de los alumnos y los identificaban muy bien.

El Liceo Chapero lleno de actividades diversas, entre semanas culturales, show de modas, olimpiadas, etc. Que buscan no solo desarrollar la parte académica, sino también la parte creativa, cultural, social que muchas veces se deja en el olvido por enfocarse meramente en lo académico pero no es el caso del chapero, ellos saben combinar todo esto y poder llevarlo de la mano para de esta manera brindarle una experiencia de desarrollo muy amplia a los estudiantes y esto lo pude comprobar ya que más de una ocasión un alumno me menciono que le gusta mucho el colegio por la manera como era.

Por eso me gustó mucho ser parte del chapero, ya que pude contribuir a apoyar en el área académica brindando asesoría en las materias de programación, como también pude compartir a los alumnos otra cultura bastante diferente, una cultura salvadoreña donde le decimos “sorbete” a un helado, donde un “tunco” es un cerdo y donde decimos “salu” para despedirnos.

Espero que después de 5 semanas en el Chapero haber cumplido con mi objetivo inicial, dejar un huella en más de alguna persona con las que me permitieron vivir esta experiencia y aun mas importante espero haber motivado a más de un alumno con los que compartí, porque…

¨La motivación clave del aprendizaje¨

Melvin Zaldaña
Estudiante de Ingeniería en Sistemas Informáticos
Universidad de El Salvador

Practicante de Intercambio, programa AIESEC