El sábado tuvimos un encuentro virtual con la Escuela para Padres. El tema fue la Inteligencia Emocional.
El Coronavirus vino de una manera impensable, sin permiso a nuestras vidas y todo lo planificado quedó borrado y tenemos que buscar nuevas vías para seguir viviendo, si no con los mismos planes, sí con las mismas ganas de vivir y reinventar nuevas metas, porque la vida siempre merece vivirse con optimismo y en busca de la felicidad.
Ciertamente uno de los centros de la felicidad está en la Inteligencia Emocional. Nuestras emociones son la chispa de nuestras vidas y debemos manifestarlas constantemente como algo que hace brillar nuestro que hacer cotidiano.
En estos momentos en que la humanidad entera sufre un trastorno impresionante, lo mejor que podemos hacer para que nuestra personalidad siga creciendo es elevar las manifestaciones de nuestras emociones, sobre todo la alegría, el amor y la felicidad.
Que las emociones sean la brújula que canalicen nuestras vivencias en grado óptimo. La amistad ante la soledad, el amor para ahuyentar el miedo, la autoestima que busca el equilibrio.
Que el entorno silencioso nos ayude para manifestar fuertemente las emociones de solidaridad. Un amor incondicional como antídoto contra la depresión. La manifestación de nuestras emociones es parte de nuestra buena salud mental.
Que la felicidad llene de cortisona y dopamina el cerebro y saldremos de este retiro desbordantes de vida.
Todos somos Chapero, sobretodo en la adversidad.
Vicente Chapero García
https://us04web.zoom.us/j/7213040324
ID de reunión: 721 304 0324
Ante el fenómeno del Coronavirus y para poder salir de esta pandemia, todos estamos invocando la esperanza para vencerla.
Qué bueno que nos lavemos las manos como higiene física.
¿Cómo cuidamos la higiene mental para no caer en una neurosis de ansiedad?
¿Qué estamos oyendo todos los días?
¿De qué platicamos constantemente con la familia?
Nuestra mente después de una semana está saturada de mensajes que nos llevan a la neurosis de ansiedad. La ansiedad nos diezma la esperanza. La ansiedad nos quita la positividad. La ansiedad nos provoca más ansiedad y nos encierra en un círculo vicioso que envuelve nuestra mente y nos quita la alegría de vivir, nos quita el buen dormir y aumenta el apetito. Si nos hiciéramos un electroencefalograma veríamos que ha disminuido el área de la felicidad y de la positividad y ha crecido la del temor y el miedo.
Esto es lo que está pasando en nuestro cerebro que tenemos que reorganizar o limpiar para ser fuertes en esta crisis que será larga. Les sugiero algo que yo hago todos los días: lecturas, oír música constantemente, hacer ejercicio físico, trabajos en la casa, en el jardín y rechazar los mismos mensajes. Así haremos limpieza del cerebro. Preparémonos psíquicamente para esta lucha que no será corta.
Si tenemos esta visión saldremos fortalecidos para enfrentarnos a la batalla personal y a la crisis económica.
Un saludo cariñoso y siempre un beso.
Vicente Chapero García
