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El desarrollo equilibrado de los hijos

Uno de los pilares fundamentales de todo padre y educador, que debemos tener en mente a la hora de educar a sus hijos y educandos es el equilibrio.

Vamos a detenernos en ver la importancia de favorecer un desarrollo equilibrado entre el cerebro emocional y racional. 

En segundo lugar la capacidad de tener un sentido común a la hora de educar al niño y tomar decisiones respecto a su cuidado. Cerebro emocional y cerebro racional. 

La mayoría de los padres quieren para sus hijos dos cosas: que sean felices y que puedan valerse por sí mismos.

Los padres invierten gran esfuerzo en su formación académica, pensando que una mente brillante en su formación académica abrirá todas las puertas y que sea feliz.  Con el criterio que un  desarrollo intelectual promueve una mayor felicidad.  Quizá sea con criterio desacertado.  Porque en realidad es que la correlación entre inteligencia racional e inteligencia emocional es muy poca o nula.  La neurociencia nos señala que no existe ninguna relación entre ambas inteligencias de una persona.

El mundo está lleno de personas con capacidades intelectuales, pero no tienen empatía con las personas, padecen estrés crónico y tienen éxito pero no consiguen la felicidad.  Conozco y conoces personas sin mucho estudio y un desarrollo intelectual humilde y que son afables, acogedoras y llenas de autoestima de sentido común y exitosos. 

Recordemos que ambas inteligencias se localizan en áreas bien diferenciadas del cerebro y por lo tanto son independientes.  Por lo tanto, en este sentido, una educación equilibrada es aquella que presta tanto atención al cerebro intelectual como el cerebro emocional.  No sólo para que cada uno de ellos se desarrolle plenamente, y sobre todo, para que sepamos dialogar entre el adulto y el niño.  El niño puede llegar a ser un adulto que vive sus emociones, sus sentimientos y sus pensamientos con respeto y armonía.

Uno de los errores más comunes entre los padres, en lo que a la educación se refiere son los padres extremistas con ideas fijas.  Como educador sigo el camino intermedio de diálogo y comprensión, sintiéndome cómodo en la educación de los alumnos.  Así influirá en los alumnos a la hora de desarrollar una mente equilibrada, con capacidad para pensar con claridad, sentirse bien consigo mismo y con los demás.

Vicente Chapero G.