La educación es un gran tesoro. Es la única herencia valedera que podemos dar a nuestros hijos. La educación es un gran privilegio y compromiso lleno de emociones y ciencias.  La educación en primaria también implica que el alumno, el niño se vaya identificando consigo mismo y con sus padres.   La autoimagen tiene que irse formando con una aceptación de agrado y complacencia.

Toda educación tiene como motor de inspiración en el amor.        El amor es la fuerza que empuja todo aprendizaje.  El temor y miedo espanta al amor y a el aprendizaje.

Emocionalmente el niño es feliz y tiene que ser feliz para poder aprender.  El niño feliz siempre florece. Siempre aprende.  El amor es el motor del aprendizaje. 

El niño va consiguiendo su autoimagen basada en el afecto de los padres y maestros.  El afecto imprime la autoestima en el niño.    El niño no puede amar o querer si no se quiere.  El estudio de primaria va desarrollando sus cualidades, valores y conductas.    La educación ayuda y facilita el desarrollo mental.

Los maestros y padres somos los potenciadores del aprendizaje y de las cualidades ocultas del niño.

Sea el amor y  el respeto como bálsamo que ayuda a superar y desarrollar las potencias del niño. Para todo esto la familia y el colegio debemos estar unidos. Los padres y maestros debemos estar en un diálogo permanente para su desarrollo.

Para tener buen desarrollo físico y mental de los niños es necesario que puedan dormir las 8 horas diarias. Otro tanto a tener en cuenta es la equilibrada alimentación. El alumno tiene que llegar al colegio desayunado o traer comida.

                                       Dr. Vicente Chapero G.