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Reflexión: LA ALEGRÍA DE VIVIR

Este debe ser el ideal de todo ser humano.  Que nada ni nadie me quite la alegría de vivir.   Esto suelo repetir cuando existe algo que no me agrada.  La alegría de vivir debe ser comunicativa y que lo reciban las personas que nos rodean. 

Personalmente tengo un amor por la vida que me desborda cada día.  Esta vida aceptada y amada.  Rechazo todo disgusto, miedo y temor.  Siento que las personas con estrés, ansiedad, miedo no pueden sentir la alegría de vivir.  Deben de sacar esas depresiones y sobre todo espantar el estrés.

Estas son barreras que nuestro cerebro no deja entrar la alegría de ser feliz.  Esta alegría inmediata, natural y espontánea la observo en mis nietos.  En mi vida no he desarrollado, ni tristezas, miedos y ni estrés.  Sí, tenemos que volver a ser como los niños.

La alegría de vivir no es sólo un privilegio de los niños, tenemos que retornar al espíritu de nuestra infancia. Recibir la vida como un regalo y gozarla, ni como una carga sino un obsequio agradable y digno para disfrutarla.

La alegría de vivir no tiene otra causa que el simple hecho de existir y vivirla.  En estos momentos de pandemia debemos aceptar de una manera espontánea la vida tal como es, como nos ha tocado vivirla, no como quisiéramos que fuera.

La alegría de vivir la de mi infancia que se ha alargado en mi vida como un don maravilloso, que es como una magnifica familia bajo un montón de obstáculos.

La alegría está en mi de una manera natural, no quiero nunca ahogarla, taparla.  Aceptar las cosas cuando son inevitables.  Mi conciencia de la felicidad viene de mi conciencia de todas las dichas, éxitos y dificultades superadas.

El gozo de todo lo que hago, me abre la puerta de la alegría.

Vicente Chapero García

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