TENER AMIGOS ES UN TESORO EN LA VIDA
Como seres sociales que somos sintonizamos con los hombres y mujeres de nuestro entorno. Es una inclinación natural de relacionarnos con los que se parecen a nosotros.
Con la relación, el tiempo y la manera de ser nos vamos conectando, aceptando y hermanando. La amistad surge como una necesidad de todo hombre y mujer. La amistad es como un lazo comunicante que se integra al hablar, al jugar, al sintonizar y homogenizar todos las vivencias. La amistad es un hermoso valor que surge como necesidad de conocer y aceptarse como almas parecidas.
El niño y el joven necesitan adquirir ese valor que es la amistad para conocerse, crecer y madurar en su vida emocional y afectiva.
De la amistad surgen los amigos como necesidad del niño y del joven para el desarrollo de su personalidad. Ellos necesitan de afecto y del cariño de los amigos. Unos niños necesitan de afecto y del cariño de los amigos. Unos niños necesitan tener muchos amigos y otros necesitan pocos conforme su personalidad extrovertida o introvertida.
Un amigo es un tesoro para el otro amigo. Los niños necesitan amigos porque se quieren, para jugar, hablar e intimar sentimientos y pensamientos.
El niño y el joven necesitan aceptación y comprensión de los amigos. El amigo para un niño o joven viene siendo el otro yo. Pueden confiar sus cositas sin reproche y aceptación.
Padres y educadores debemos favorecer, ayudar y aprobar a que se den estas amistades. Estos amigos son los que les ayudan a crecer seguros, madurar y estudiar con más gusto y satisfacción. Es un estímulo para el niño y para el joven ir al Colegio, porque verse es un placer grande y motivación para el estudio. Esta es una de las preocupaciones de los padres y de los maestros que en esta pandemia nuestros niños y jóvenes están sin relacionarse con sus amigos que tanto se quieren y se necesitan.
Como Director pido que pronto se tenga la apertura del Colegio para romper ese cerco que tienen a los niños y jóvenes entristecidos y empobrecidos. Por el cariño, el aprecio y amistad de sus amigos que serán los motivadores su vida y como estudiante.
Animemos a nuestros hijos a participar en las clases presenciales para que su vida sea normal y puedan terminar con el encierro.
Tomaremos todas las medidas necesarias para tener salud. Todos necesitamos ir normalizando la vida estudiantil que encierra ese tesoro de la amistas.
Los amigos están sufriendo y están pensando y encontrarse físicamente de una manera normal. Sólo así con clases presenciales llegaremos a estabilizarnos emocionalmente y las clases académicamente tendrán un valor real y tangible del aprendizaje.
Vicente Chapero García